El costo de vida bajó de 0,36 por ciento en julio a 0,24% en agosto, con subas en combustibles y alimentos, de acuerdo a un informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
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SUSCRIBITEEl costo de vida bajó de 0,36 por ciento en julio a 0,24% en agosto, con subas en combustibles y alimentos, de acuerdo a un informe del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Pese a la reducción respecto del mes anterior, la inflación de agosto fue la más alta registrada para ese mes desde 2016 y situó la tasa interanual en 2,44%, y arrojó un acumulado de 0,70% para este año.
Los rubros que más contribuyeron a la inflación fueron combustibles, transportes y alimentos, especialmente los de la canasta básica que, en el caso del arroz, un insumo esencial de la cesta, subió 20%.
"Pesaron más en el bolsillo del consumidor, principalmente, la gasolina, que subió por tercer mes seguido, y los alimentos, que habían registrado cierta estabilidad en julio pero volvieron a subir en agosto, lo que tuvo un impacto mayor en las familias de menores ingresos", destacó el informe del IBGE.
El alza de agosto en transportes y combustibles fue de 0,82%, y en alimentos y bebidas 0,78%.
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En la víspera, el presidente Jair Bolsonaro mantuvo una reunión con supermercadistas en la cual les solicitó la reducción de su margen sobre la venta de productos de la canasta básica, especialmente el arroz y el aceite, cuyos precios se dispararon 20%, aunque aclaró que su gobierno no tomará medidas para forzar la baja.
"Les hice un reclamo, pero nadie usará la lapicera para fijar precios máximos, no existe eso. Estamos pidiendo a los dueños de supermercados que el lucro de esos productos esenciales sea cercano a cero", explicó a la prensa Bolsonaro.
Según los supermercadistas, la suba de precios tuvo origen en el aumento de exportaciones empujadas por la devaluación de casi 30% del real durante 2020 y una mayor demanda interna.
Hasta julio, el Indice oficial de Precios al Consumidor Amplio subió en el acumulado de 12 meses 2,31%, pero en el mismo periodo los alimentos y bebidas aumentaron en promedio 7,61%.
El Gobierno había previsto para este año una inflación del 4%, pero las proyecciones fueron alteradas por el impacto de la crisis provocada por el coronavirus, que redujo el consumo a mínimos históricos y contuvo los aumentos de los precios.
De acuerdo con los cálculos del mercado financiero, el Ministerio de Economía informó que la inflación deberá ser este año inferior a 2%, debido a la paralización de las actividades productivas entre abril y junio, y otras medidas restrictivas para contener la pandemia.
Como consecuencia de la crisis sanitaria, Brasil entró en una situación de recesión técnica después de que su PBI cayera 9,7% en el segundo trimestre del año frente al primero.
Fuente: EFE