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FMI

El FMI está a favor de las monedas digitales pero no de las criptomonedas

9 de febrero de 2022 - 18:07

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, afirmó que las monedas digitales "pueden ofrecer mayor seguridad y menores costos" que las criptomonedas, porque subrayó que estas últimas "carecen de respaldo".

También se refirió a la posibilidad de que los bancos centrales emitan monedas en formato digital, activos cuya adopción, según el organismo, está siendo analizada por las entidades monetarias de casi 100 países en el mundo.

Este tipo de activos en formato digital (conocidos como CBDC, siglas en inglés de Central Bank Digital Currency) se diferencian de las monedas regulares por no tener un correlato físico, es decir una moneda o un billete.

No obstante, las mismas, al igual que las monedas tradicionales, al ser emitidas por un Banco Central poseen las mismas garantías del papel moneda, al contrario de, por ejemplo, las criptomonedas que son de libre flotación; y son diseñadas para las transacciones diarias.

“Si las monedas digitales son diseñadas de forma prudente, pueden ofrecer potencialmente una mayor resistencia, seguridad, disponibilidad, y menores costos, a comparación de otras formas privadas de dinero digital” como las “criptomonedas que carecen de respaldo”, manifestó la directora del FMI.

Fue en un discurso frente al Consejo del Atlántico, un centro de estudios con sede en Washington.

Tras ejemplificar con los casos de Suecia, las Bahamas, y China, cuyo yuan digital “continúa progresando con más de 100 millones de usuarios y miles de millones en transacciones”, Georgieva fijó una serie de recomendaciones por parte del organismo multilateral acerca de las monedas digitales.

Para Georgieva, aún no existe una “receta universal” para la implementación de monedas digitales, y pidió tomar en cuenta tanto sus potenciales beneficios como los puntos en contra.

“En algunos casos, la moneda digital puede ser importante para la inclusión financiera y, en otros, puede proveer de un respaldo en el caso de que otros instrumentos de pago fallen”, señaló.

Asimismo, al igual que en el dinero tradicional, consideró como clave la presencia de controles en el caso de transacciones y depósitos de grandes sumas.

Georgieva argumentó que, a la hora de la implementación, “en muchos países, las preocupaciones por la privacidad son un elemento fundamental cuando se decide adoptar y legislar sobre las monedas digitales”.

Por último, subrayó que la introducción de una CBDC “no es sustituto para la confianza” en el banco central, y su éxito dependerá de la misma.

El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (FED) son algunas de las entidades que en el último año dieron pasos hacia la introducción de monedas digitales.

El BCE inició en julio del año pasado una investigación de 24 meses para explorar la posibilidad de un euro digital.

En tanto, la FED, si bien no tomó una posición firme, publicó en enero último un documento de 35 páginas al respecto, la acción más significativa hasta el momento.

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